Por lo general, los testamentos no dejan lugar a dudas sobre la voluntad del testador en la herencia, pero ¿qué sucede si dicha voluntad no es tan clara y da lugar a confusión?
Realmente, cuando se abre una sucesión y se conoce el testamento del causante, siempre pueden haber personas que estén interesadas en una interpretación que les favorezca en la herencia, de forma que intentan obtener unas conclusiones o unos beneficios en la herencia que realmente leyendo el testamento no existen. Un testamento, por lo general está hecho ante un Notario, y dicha autoridad pública, por lo general, vela por la claridad de las cláusulas del mismo. Sin embargo, en ocasiones un testamento poco claro o poco definido, y lógicamente cuando hay intereses económicos en juego, puede dar lugar a disputas entre posibles beneficiarios sobre la verdadera intención de lo que quería el causante en el momento en que redactó el testamento.
En dichas ocasiones, el principio fundamental que sostiene nuestra legislación, es el «sentido literal» del propio testamento, es decir, no intentar buscar más allá de la propia literalidad del texto. Si el sentido de las cláusulas del testamento es claro, no se puede darle una interpretación que sea diferente o contraria a lo que el fallecido quería y dejó claro en su testamento. Por mucho que una persona quiera buscarle sentidos diferentes a algo que está tan claro, ningún juez o notario va a permitir que la aceptación de herencia sea diferente a lo manifestado por el testador de forma clara en su disposición testamentaria.
Sin embargo, cuando el testamento deja lagunas o aspectos un tanto confusos, ahí es donde el beneficiario o beneficiarios de la herencia, van a tener que extremar la prueba para demostrar la verdadera intención y voluntad del testador. Y en cuando a dicho aspecto, se pueden presentar todas las pruebas que sean necesarias para demostrar el verdadero sentido del testamento. No sólo la aportación de testigos que pudieran conocer al testador en el momento de emitir su última voluntad, sino también, costumbres y tradiciones del lugar donde se emitió el testamento, la forma de actuar y de pensar del difunto que puedan manifestar las personas más allegadas al mismo etc. Llegados al punto de investigación de la voluntad de un testador en una herencia, los abogados especialistas en herencias de Campo & Cavia, recomendamos la aportación de todo el material probatorio que se pueda obtener, para dejar clara la voluntad del mismo sin lugar a que se pueda generar ninguna duda en sentido contrario. Sólo así podrá cualquier juez dictar una resolución ajustada a derecho y dejarlo claro el reparto de los bienes en la herencia.
Campo & Cavia Abogados
Departamento Herencias