Rupturas después del verano
Dicen que si las relaciones son buenas, al final del verano son mejores, pero, si son malas, los días de descanso pasan factura y se acaba en divorcio de otoño. Las estadísticas lo confirman. Las vacaciones deberían unir más a la pareja, pero es en este tiempo cuando tenemos más contacto continuo con nuestra pareja y ponemos a prueba nuestras habilidades de comunicación, nuestra habilidad para resolver conflictos, cuando salen muchos problemas que se llevan arrastrando durante todo el año.
El divorcio está aumentando de manera imparable desde su legalización en 1981. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, España es el tercer país de la Unión Europea, después de Portugal e Italia, donde la proporción de divorcios ha aumentado más en la última década -casi un 40 por ciento desde 1996-. Este dato choca, no obstante con otro: España es el país de la Unión Europea donde la tendencia a la duración del matrimonio es mayor: una media de 13,8 años.
Los especialistas explican que muchas parejas culpan de sus problemas de relación a la falta de tiempo, al estrés y al exceso de trabajo, y piensan que cuando llega el verano se van a limar asperezas, pero no siempre es así, sino que a menudo pasa lo contrario. Y es que según los últimos datos del Consejo general del Poder Judicial durante el cuarto trimestre del 2015 se registraron en los juzgados 33.712 divorcios, mientras que en los anteriores tres meses fueron 24.236. En cuanto a las separaciones se registraron 1.928 entre octubre y diciembre por las 1.441 del tercer trimestre. Es decir, parece que en los meses de verano se deciden el 33 por ciento de las separaciones, aunque temporalmente el verano solo es el 25 por ciento del año. No hay correlación.
En Campo & Cavia Abogados contamos con un equipo de abogados expertos en divorcios que te asesorarán en todo momento a la hora de iniciar un procedimiento de este tipo en cualquiera de las situaciones mencionadas.
Campo & Cavia Abogados.
Departamento de Derecho Matrimonial.