La comisión de un delito, puede quedar sin ningún tipo de responsabilidad si pasa un plazo determinado y se aplica la prescripción.
Dependiendo de la gravedad del delito, el plazo de prescripción será mayor o menor, pero lo cierto es que aplicando tal figura, podemos encontrarnos con una persona que no asuma ninguna responsabilidad por delitos cometidos.
Y es que si no se ha seguido un procedimiento penal contra dicha persona durante un plazo marcado por la ley, pasado dicho plazo ya nunca podrá ser procesada o condenada.
Existen delitos que son imprescriptibles y que por lo tanto nunca podrán quedar impunes, pero dichos delitos son de extrema gravedad y no son los más comunes.
Si hablamos de robos, agresiones sexuales, falsificaciones de documentos etc. todos ellos tienen un plazo según el cual quedarán impunes.
¿Dónde se regulan dichos plazos?
El Código Penal, en sus artículos 130 y siguientes establece la extinción de las penas, recogiendo expresamente la figura de la prescripción del delito o de la pena.
En concreto, el artículo 131 estable cuáles son los plazos de la prescripción del delito. En concreto, la prescripción va desde los veinte años para los delitos más graves, hasta simplemente un año para los delitos más leves.
En el caso de delitos de genocidio y conflictos armado, los delitos pueden ser inprescriptibles, por que nunca se pueden acoger a esta figura.
¿Cuándo comienza a contar el plazo para la prescripción?
Lo cierto es que esta pregunta no se puede responder de una forma tajante, y hay que examinar caso por caso para evitar caer en el error.
En principio, hay que examinar qué delito concreto se ha cometido y cómo se encuadra dentro de los plazos de prescipción.
Una vez tenemos el delito y el plazo concreto, podemos contar el plazo desde que el delito se ha cometido.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que si se sigue un proceso contra el responsable del delito, el plazo quedará interrumpido, y comenzará a contar de nuevo. Por lo tanto, no comenzará de nuevo a contar hasta que quede el proceso suspendido.
El proceso puede quedar suspendido o paralizado porque el acusado o investigado se da a la fuga o no se le localiza. A partir del momento en que el proceso queda paralizado por encontrarse en ignorado paradero el responsable, podemos decir que comienza nuevamente a correr el plazo.
Los abogados penalistas de Campo & Cavia, nos hemos encontrado procesados que han sido encontrados pocos meses antes de finalizar el plazo, y pensando por error que ya había prescrito el delito, han sido juzgados tras casi diez años ausentes de la justicia.
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