Cualquier comprador de una vivienda, debería estar asesorado por un profesional que velara por el buen fin de la operación para minimizar cualquier riesgo de la misma.
No es demasiado habitual que una persona a la hora de comprar una vivienda, acuda a un abogado o a un profesional del sector inmobiliario que aconseje sobre aspectos importantes de dicha operación. Sin embargo, lo que sí es muy corriente, es que los compradores acudan al asesor inmobiliario cuando ya están firmadas las arras o en su caso la reserva de la vivienda. Una vez firmados los documentos, resulta más difícil cualquier tipo de negociación, ya que las condiciones fundamentales de la venta, como es el precio y la identidad del piso, ya están concretadas.
Todavía queda sin embargo margen para redactar algunas cláusulas que pueden beneficiar al futuro comprador, y evitar que pueda ser presionado por parte de la inmobilaria para una compra precipitada, e incluso para prever que en el caso de que no consiga un crédito hipotecario, pueda recuperar el dinero invertido en las arras, ya que por lo general, las grandes empresas que se dedican a este negocio, no aceptan una devolución del dinero entregado si no se les exige antes de pagar.
Hoy en día, el conseguir un comprador que tenga el dinero o gran parte del dinero para comprar una vivienda, es un auténtico «chollo» para los vendedores, motivo por el cual se puede forzar la firma de condiciones que son mas ventajosas para el comprador, e incluso negociar una rebaja del precio ofertado importante por el simple motivo de tener liquidez para la compra.
En nuestro despacho, los asesores inmobiliarios aconsejan al comprador hasta el momento de la firma notarial, protegiendo al máximo los derechos de la persona que quiere adquirir una vivienda. Dicha operación, es la inversión de la vida del interesado, motivo por el cual tiene que extremar al máximo las precauciones, y evitar que una mala decisión, pueda llevarle a perder los ahorros de toda una vida.
Campo & Cavia Abogados
Departamento inmobilario