El hecho de haber sufrido una clara negligencia médica, no significa que el camino para ser compensado vaya a ser fácil. Se puede comparar con un camino lleno de obstáculos.
Y es que tras haber sufrido una mala actuación profesional médica que haya tenido consecuencias negativas para el paciente, no significa que se vaya a activar un mecanismo de compensación automático que satisfaga al perjudicado.
Más bien lo contrario. Desde el mismo momento en que se sufre la mala praxis, lo primero y más importante es restablecer la salud del paciente. Generalmente por pura lógica, el perjudicado realizará las asistencias imprescindibles con el profesional médico, y en el momento en que sea posible, recurrirá a otro especialista en el que pueda confiar más.
Una vez en manos del nuevo especialista, la principal preocupación del paciente será el recuperarse lo antes posible y minimizar al máximo los efectos de la negligencia médica.
El primer paso para proceder a reclamar por mala praxis, será la petición del historial médico al profesional o centro médico donde se haya cometido la defectuosa asistencia. En este sentido, no suele haber excesivos problemas, ya que es uno de los principales derechos del paciente el acceso y obtención de copias de su historia médica. Eso sí, en ocasiones nos podemos encontrar con algún tipo de maquinación por parte del centro médico para proteger sus intereses. Maquinaciones que lógicamente son fácilmente apreciables por el paciente.
Pero el camino de obstáculos comienza tras la obtención del historial por parte del paciente. Habrá de armarse de paciencia y comenzar un duro camino hasta el día en que finalmente pueda ser compensado económicamente.
Tras contactar con un abogado especialista en mala praxis, se tendrá posteriormente que contactar con un médico especializado en el área en la que se ha cometido la mala praxis. Médicos que en ocasiones son difíciles de localizar, al no estar dispuestos en ocasiones a realizar informes en los que se pone en duda la profesionalidad y buena actuación de compañeros de profesión.
Pero si superamos este duro obstáculos y conseguimos un médico especialista que apoye al paciente ya tenemos una pequeña batalla ganada. A partir de ahí, comenzará la parte más difícil, que es la defensa de nuestra versión delante de la administración y/o juzgados.
Campo & Cavia Abogados
Departamento Negligencias médicas