A pesar de las dificultad de estos procesos, existe una posibilidad de adopción de acuerdos con las compañías responsables que evita el proceso judicial o lo paraliza por transacción.
Y es que no siempre las negligencias llegan hasta el final del proceso judicial. Existen ocasiones, que por desgracia no son tantas como sería deseable, en las que la propia compañía de seguros del hospital, médico o responsable sanitario causante de la negligencia, se pone en contacto con el perjudicado a través de su abogado.
Una vez se han puesto en contacto y han manifestado la voluntad de llegar a un acuerdo, es cuando se inicia el proceso transaccioal indemnizatorio. El abogado tiene que valorar muy fríamente los pros y los contras sobre llegar a un acuerdo económico o bien continuar el proceso hasta el final.
Lógicamente la compañía de seguros intentará por todos los medios rebajar al máximo la indemnización para que sea aceptada por los perjudicados. Es ahí cuando hay que intentar que la compañía reconsidere y valore que también puede perder si se llega hasta el final y el Juez les condena a pagar una cuantía superior.
Todo juicio por negligencia médica acaba en una auténtica batalla campal en los juzgados, donde los peritos de los responsables del error médico se aferran en defender la buena actuación de los mismos, y donde lógicamente los peritos de la parte perjudicada opinan justo lo contrario.
La labor de los jueces es muy importante, y deben saber cuál de los peritos está en lo cierto. Algo que lógicamente no es siempre fácil de averiguar. Máxime cuando cada uno de los peritos, de una forma siempre muy elegante y educada, aporta sus conocimientos especializados para apoyar sus tesis.
Los peritos de las compañías aseguradoras, no dudarán en ocultar información útil que les pueda perjudicar, e incluso distorsionar los hechos y los informes para maquillar una mala actuación médica.
No todo ofrecimiento indemnizatorio se traduce en una victoria segura en Sentencia.
Por todo ello, una vez se nos ofrece la posibilidad de llegar a acuerdos con las compañías, tienen que ser valorados con prudencia pero con la voluntad de zanjar la reclamación, puesto que tal y como opinamos los abogados expertos en negligencias médicas de Campo & Cavia, el hecho de haber recibido un ofrecimiento, no es directamente proporcional a una victoria judicial.
Ha habido muchas ocasiones en las que a pesar de que la compañía ofrecía una cuantía indemnizatoria, el perjudicado no la ha aceptado y finalmente el juicio lo ha ganado la compañía, por lo que al final los perjudicados por la mala praxis se han quedado sin indemnización. Son casos contados, pero lógicamente siempre hay que tener en cuenta que existe siempre el riesgo de poder ver desestimada la petición aunque se tenga razón o incluso la compañía haya ofrecido indemnización transaccional.