Una vez se ha sufrido una negligencia médica, los pacientes se preguntan cuál es la forma que tienen para reclamar por los perjuicio sufridos.
Sin embargo, aunque el paciente tenga muy claro que el médico o profesional sanitario haya cometido un error, lo cierto es que no siempre es un camino de rosas la reclamación de los perjuicios. Hay que tener claros una serie de puntos básicos a la hora de decidirse sobre si seguir adelante o iniciar una reclamación por mala praxis o negligencia médica. Dichos puntos, los redacto como Abogados especializado en casos de negligencia médica durante más de diez años, lo cual me ha llevado ver dichos procesos desde un punto de vista más práctico, e incluso desaconsejar dichas reclamaciones en algunos supuestos concretos.
Los factores que yo tendría en cuenta para seguir adelante con una reclamación por negligencia serían:
- La claridad de la mala praxis. Nunca reclamaría una imprudencia médica en el caso de que la mala praxis no esté claramente informada por un perito médico especializado. Si el perito tiene dudas, mejor no reclamar, ya que las posibilidades son realmente bajas.
- La concreción de los daños y perjuicios. Una vez producida la mala praxis, hay que esperar a ver cuál es el estado en el que quedará el paciente. De nada sirve iniciar una reclamación urgentemente una vez producida la mala praxis, cuando todavía no se sabe el alcance de las secuelas. Sí se podrían iniciar algunos trámites, pero nunca el ejercicio ante los juzgado sin saber la cuantía exacta que se reclama por perjuicios.
- Que no sea una cuantía escasa o irrisoria. Aunque la mala praxis sea clara, si realmente estamos hablando de escasos perjuicios y muy poco valorados económicamente, mejor no reclamar. El motivo es simple. Costará más la reclamación que lo que finalmente se consiga como perjuicios e indemnización.
- Evaluar los riesgos de una reclamación importante. Si los perjuicios son elevados, hay que hacer un minucioso análisis de los posibles riesgos ante una posible desestimación de la demanda. Por muy seguro que el perito tenga la negligencia, hay que valorar una mínima posibilidad de pérdida de juicio, en cuyo caso si la reclamación es importante, hay que valorar una posible condena en costas que puede «arruinar» económicamente al paciente, que no sólo ha sufrido una negligencia, sino que además podría incluso tener que pedir un crédito para afrontar los elevados costes de una condena judicial en costas.
En definitiva, si has sufrido una negligencia médica, es importante que te pongas en manos de abogados especializados, pero valorar fríamente el largo y complicado proceso, así como valorar los posibles riesgos.
Campo & Cavia Abogados
Departamento Negligencias médicas