Los abogados matrimonialistas, estamos acostumbrados a recibir consultas y orientación sobre qué pasa cuando los progenitores no están conformes respecto al colegio a elegir.
Surgen muchas discusiones entre los padres divorciados cuando hay que elegir el mejor centro escolar para los hijos menores. En ocasiones, los padres olvidan el interés de los menores y poner por encima su propia comodidad o incluso el perjudicar al otro antes que beneficiar a los hijos menores.
Por mucho que los abogados matrimoniales intentamos poner un poco de orden, en ocasiones las situaciones enfrentadas entre los padres, hacen que sea difícil el acercar posturas.
Sin embargo, atendiendo a lo que establece la ley, es evidente que la decisión sobre la educación y colegio de los menores, corresponde a ambos cónyuges por igual.
No puede el cónyuge custodio o el que pasa más tiempo con los menores (si este es el caso) tomar decisiones sin contar con la opinión del otro progenitor.
Dicha actuación sería lógicamente reprochable y podría tener consecuencias para futuras decisiones a tomar.
Si realmente se ha intentado hablar y consensuar y se ha llegado a un punto en el que ya no hay salida, es decir, ninguno cede en sus posiciones, la única opción posible sería acudir al Juzgado.
A falta de acuerdo, el juez decidirá
Sólo el juez podrá delegar la decisión a uno de los progenitores. Es decir, otorgará el poder de decidir el colegio y el sistema educativo a uno de los progenitores durante el tiempo que se determine.
De esta forma, se evitan ya las futuras discusiones y se encarga al padre o a la madre que decida sobre dicho aspecto que ha generado controversia entre ambos.
Para que el Juez se decante sobre uno u otro progenitor, lógicamente tendrá que examinar cuál de los dos es más coherente y está mas protegiendo los intereses del menor, y no los suyos propios.
Otra posible opción sería acudir a una mediación previa a la vía judicial. Quizás por esta vía se podría hacer ver a ambos progenitores cuál es la mejor vía.
Dicha mediación lógicamente no es obligatoria y son ambos progenitores los que la tienen que aceptar voluntariamente y someterse a su decisión.
Los abogados matrimonialistas de Campo & Cavia, hacemos lo posible por evitar mayores conflictos, y evitar en la medida de lo posible llegar a estos extremos.
Sin embargo, cuando el empecinamiento de uno de los cónyuges en posiciones rígidas no da lugar a otra opción, la petición al Juez para que resuelva es inevitable.
Campo & Cavia Abogados
Departamento Matrimonial