Los profesionales del derecho estamos acostumbrados a que la figura del fiscal sea, en lo que respecta al derecho penal, la parte acusadora que cede poco ante el estricto cumplimiento de las normas y las penas.
Sin embargo, en ocasiones, la justicia va un poco más allá que lo que sería la estricta aplicación de la norma. Concretamente, relato un caso en el que hemos defendido en el despacho a un agresor de su propia mujer, el cual en la propia vía pública tuvo un altercado contra la misma. Un altercado sin lesiones, pero que fue presenciado por varios testigos que paseaban por el lugar, así como por miembros del cuerpo nacional de policía.
En su día, el Juzgado de guardia dictó una orden de protección para la víctima para que el agresor (su marido) no la acosara y pudiera hacer una vida tranquila.
Ambos siguen casados, y el marido llevaba únicamente en España una semana. Venía de un país sudamericano para rehacer su vida con su esposa y con sus dos hijos comunes. Pasados los hechos, la esposa perdonó al esposo y le dio otra oportunidad, a pesar de que tenía el juicio pendiente y existían muchos testigos y policía de la agresión. El matrimonio es de muchos años, y era la primera vez que habían tenido un episodio de estas características.
Llegados al juicio, a pesar de que la esposa había retirado la acusación, lo cierto es que con todos los testigos en contra, la condena estaba prácticamente asegurada, por lo que el último recurso era hablar antes del juicio con del Ministerio Fiscal. Se le expuso la situación, con un matrimonio con dos hijos que están ilusionados por rehacer una vida juntos en este país, y sin embargo, con una condena, se dictaría una orden de alejamiento y una más que probable denegación del permiso de residencia que había que el marido tuviera que marchar de nuevo a su país de origen. El Fiscal habló personalmente con la esposa para tomar una decisión que no perjudicada ni a ella, ni a los niños. Su decisión final, fue dar una oportunidad al esposo, que a pesar de no ser algo recomendado ni aconsejable en casos de violencia de género, en ocasiones el estricto cumplimiento de la normativa pueda dar soluciones que van en contra de las pocas oportunidades que puede tener el matrimonio para rehacer sus vidas aquí.
Finalmente, el fiscal optó por el único camino posible para poder conseguir una Sentencia favorable, cual fue renunciar a los testigos de cargo, que eran los únicos que podían llevar a una Sentencia condenatoria. Con esta actuación, se ha conseguido que se eliminara la orden de alejamiento y que el matrimonio se diera otra oportunidad. Los abogados penalistas de Campo & Cavia, celebran que en este caso la resolución del juicio, haya dado una solución que es más práctica que legalista.
Campo & Cavia Abogados
Departamento Penal