Decimos batalla porque realmente cuando una persona ha sufrido una negligencia médica, a mayor sea la misma, mayores serán los recursos del sistema sanitario para defenderse e intentar maquillar una actuación negligente.
Y es que si realmente se han causado al paciente unos perjuicios importantes, como podría ser un fallecimiento o una incapacidad para el trabajo o las actividades habituales, el proceso para reclamar se complica enormemente, ya que el sistema sanitario se defiende con la ayuda de profesionales médicos que casi siempre apoyarán la versión de los profesionales médicos.
En casos en los que exista una clara negligencia médica que está plenamente acreditada, existe la posibilidad de que las propias compañías aseguradoras se pongan en contacto con el Abogado del perjudicado y se pueda llegar a un acuerdo económico.
Sin embargo, por desgracia, dichas ocasiones en las que se ofrece una indemnización cada día son más escasas, y las compañías se intentan siempre aferrar a una buena asistencia médica, evitando en la medida de lo posible el reconocer un error médico que lógicamente hace que tengan que indemnizar al perjudicado o perjudicados.
Como decimos, si llegamos a un juicio por una reclamación por mala praxis médica, tenemos que estar preparados para batallar contra un arsenal de peritos médicos que defenderán la actuación médica dentro de la normal praxis asistencial, y negarán el fallo o error de los médicos o profesionales sanitarios que obligan a indemnizar.
Es en este punto cuando el paciente perjudicado tiene que tener muy claro un punto, y es que no vale con cualquier médico que haga un informe sobre la existencia de tal error médico o negligencia. Es necesario que el profesional que apoye la versión del paciente, sea un especialista en la rama concreto sobre la que se comete la negligencia médica.
Sólo de esta forma, en opinión e los abogados especialistas en negligencias médicas, se pondrá al paciente en el juicio en un plano de igualdad con los médicos de la Seguridad Social o Mutuas privadas y entidades aseguradoras. A partir de ahí, la batalla está servida y será el Juez el que determinará si realmente se ha cometido mala praxis o bien la actuación de los médicos ha sido correcta.
Por lógica, si un médico especialista ve un error médico indemnizable, es porque dicho error ha sido claramente cometido. El problema es a veces la falta de conocimientos médicos por parte de los propios jueces que tienen que resolver la controversia. Si existieran jueces con conocimientos amplios de medicina, quizás serían menos propensos a dejarse llevar con argumentos periciales que claramente intentan favorecer a los profesionales médicos aunque tengan que esconder algún detalle importante.
Lógicamente dicha última afirmación es nuestra opinión, ya que un Juez se basa precisamente en los peritos médicos para argumentar sus Sentencias sobre negligencia médica. Ninguna norma obliga a los jueces a tener conocimientos médicos, aunque como decimos, unos conocimientos en dicha materia ayudaría a comprender mejor los complejos argumentos de los peritos médicos para apoyar o rechazar el error médico.
Campo & Cavia Abogados
Departamento Negligencias médicas