Por lo que respecta a la ciudad de Barcelona, en el último año se han llegado a vender pisos a precios cercanos al tope del 2006 previo al estallido de la burbuja inmobiliaria. Asesores inmobiliarios alertan sobre dicha situación.
Lo cierto es que en este despacho asesoramos a los clientes en el proceso de compra de su vivienda, y tras haber asesorado durante este año en el proceso de varias compras de vivienda, podemos obtener una conclusión que es clara: Se acabaron las ofertas de pisos a precios realmente bajos. Hemos pasado en un plazo de dos o tres años, a las compras de viviendas a precios similares a los que se vendían antes de la crisis inmobiliaria.
Hemos llegado a asesorar a clientes que estaban dispuestos a pagar importes cercanos a 300.000 Euros por pisos en la Barcelona de un tamaño inferior a 50 metros cuadrados, o pisos en otras zonas de Barcelona inferiores a 100 metros cuadrados por un precio superior a los 500.000 Euros.
Dichas cifras no reflejan más que unos precios que están totalmente al margen de la realidad laboral y económica de España y de Barcelona. Lo curioso, es que los compradores que están dispuestos a pagar dichas cifras, no acostumbran a ser ciudadanos o trabajadores del país, sino que son extranjeros que poseen capital que traen de otros países y que por lo tanto no tiene que pedir una gran hipoteca.
Muchos expertos, reconocen que el motivo por el que los precios, principalmente en Barcelona, están subiendo a ritmos tan disparatados, es el interés que despierta esta ciudad para los extranjeros, que son los principales impulsores de los precios en las mejores zonas de la ciudad.
En opinión de los abogados expertos en derecho inmobiliario de Campo & Cavia, debería de alguna forma ponerse algún freno al ascenso incontrolado de los precios de lo inmuebles si se quiere evitar nuevamente un estallido de una segunda burbuja inmobiliaria. En cualquier caso, en esta ocasión, lo único que está provocando que es que queden fuera del mercado muchos compradores que ven imposible el comprar una vivienda, lo cual difiere de la época del boom inmobiliario, donde los bancos prestaban dinero incluso en cantidades superiores a lo que costaba la vivienda. A fecha de hoy, el hecho de que los bancos pidan muchas mayores garantías y que non presten la totalidad del dinero que cuesta la vivienda, hace que simplemente no se pueda asumir la compra de la vivienda, lo cual, teniendo en cuenta los elevamos importes de las mismas, no deja de ser una forma de evitar una posible futura quiebra para quien pudiera asumir semejante riesgo.
Campo & Cavia Abogados
Departamento inmobiliario